Pilates: la mejor alternativa para fortalecer el cuerpo y mejorar tu sistema inmunológico

El Pilates es, sin dudas, uno de los métodos más populares y extendidos entre el ejercicio alternativo. Es tan reconocido que quedó en el lenguaje popular de todos aquellos que buscan tener una rutina más saludable.

El método es joven, y su dinamismo ha prevalecido durante el tiempo. Esto demuestra lo beneficioso que puede ser el método Pilates y como puede ir de la mano como entrenamiento complementario.

Las ventajas

Las ventajas dependen de los objetivos que se quieren alcanzar. Por ello es necesario entender que la noción de tus necesidades es vital para obtener los beneficios que estás buscando.

Los ejercicios ayudan a reforzar los músculos centrales. Como consecuencia también mejora el sistema respiratorio. Esto resulta en una postura más saludable para la columna. Tales regiones son esenciales para reforzar la resistencia del cuerpo (sobre todo para el entrenamiento). Estos ejercicios se realizan en un ritmo lento y suave, con una intensidad muy controlada. Por tales motivos es recomendado médicamente como una alternativa de terapia para la rehabilitación. Esto causa un efecto positivo de tal manera que ayuda a prevenir el dolor en los músculos a largo plazo.

Todas las personas de todas edades pueden practicar estos ejercicios. Estas rutinas ayudan a “acostumbrar” el cuerpo y permiten eliminar hábitos que lo perjudican. En este sentido, auxilia en el alivio de la mayoría de los dolores de espalda, hombros y cadera. Aparte de estos factores, los movimientos ayudan a oxigenar y mejorar la flexibilidad muscular, así como la movilidad de las articulaciones.

El método ofrece una mejor coordinación que ayuda a tener un mejor equilibrio. El motivo por detrás de tales convicciones es, principalmente, trabajar la relajación de los músculos. Esto también cuenta para la psiquis. La práctica reduce el estrés a través de ejercicios que consisten en el control de la respiración y de ejercicios que incentivan el descanso mental.

La rutina de Pilates ayuda a crecer la sensibilidad de los músculos. Esto significa que tendrás un mejor control sobre tus limitaciones físicas.

La velocidad y la intensidad de los ejercicios no provoca sudoración ni altercados que aceleren mucho el metabolismo. En otras palabras, es perfecto para incluir en la rutina del día a día.

Por qué practicar Pilates hace bien:

Mejora la postura y la flexibilidad muscular, haciendo especial hincapié en la respiración y la alineación de la columna. Los ejercicios se hacen lenta y suavemente y de manera muy controlada. Por eso es tan recomendada como terapia de rehabilitación, para prevenir el dolor de espalda o para personas con lesiones preexistentes.

Permite entrenar sin riesgo: al ser una actividad sin impacto, permite trabajar el cuerpo y tonificar la musculatura sin riesgo de lesiones. Se trabajan todos los grupos musculares, con lo cual es genial para aumentar la resistencia física.

Oxigena el organismo: el esfuerzo muscular que exigen los ejercicios acelera el metabolismo, lo cual favorece la eliminación de toxinas.

Ayuda a perder peso de manera gradual: al activar el metabolismo, mejora el gasto energético y el consumo de calorías. De todos modos, si buscas bajar de peso rápido, lo ideal es combinarlo con algún tipo de ejercicio aeróbico, como caminar, bailar, correr, nadar o andar en bicicleta.

Moldea la figura: al facilitar la pérdida de peso y tonificar la musculatura de manera gradual, ayuda a moldear y estilizar la figura. Logra que el músculo tome una forma definida y firme, sin crecer en volumen.

Favorece un mejor sostén de la estructura ósea: al tonificar el abdomen, los lumbares, dorsales, piernas y glúteos, mejora la postura y refuerza la columna vertebral, mejora el equilibrio. Al repartir el peso de manera más adecuada, los huesos se ven menos exigidos y más sostenidos por el sistema muscular.

Favorece el control mental: como demanda una profunda toma de conciencia de cada una de las partes de nuestro cuerpo y de los movimientos que hacemos, mejora el control de la mente y la intercepción, que es el registro del propio cuerpo.

Mejora la autoestima: todos los beneficios mencionados, sumando una mejor circulación de la energía entre el cuerpo y la mente, contribuyen a un mayor bienestar personal. Cuando entablamos otra relación con el cuerpo, más amorosa y cuidadosa, nos sentimos más a gusto con nosotros mismos y aumenta el amor propio

Ángel Buitrago

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