Pilates: Equilibrio entre el cuerpo y la mente

Una buena salud física y una mente equilibrada te permiten desarrollarte como persona persiguiendo lo que te propongas. Es fundamental tener un cuerpo sano para sentirse bien. El control de cuerpo y la mente son fundamentales para el desarrollo personal. Si no cuidamos nuestro cuerpo se convierte en un enemigo de nuestra mente y al revés. Si no cuidamos el cuerpo (falta de ejercicio físico, mala alimentación, enfermedades…), ser convierte en una cárcel para nuestra mente y espíritu.

El Pilates o la Contrología rejuvenecen nuestro cuerpo y nuestra mente. Pilates buscar la coordinación de la mente y cuerpo para conseguir los máximos resultados con el mínimo gasto de energía física y mental. Con Pilates buscamos el control total de nuestro cuerpo interiorizando los patrones de movimiento y posteriormente con la práctica y repetición de los ejercicios progresivamente buscamos el ritmo y la coordinación. Con Pilates nuestra mente consigue un control total sobre nuestro cuerpo.

Pilates desarrolla un cuerpo uniforme, corrige malas posturas adquiridas, nos devuelve la vitalidad, da vigor a nuestra mente. Nos da flexibilidad, libertad en las articulaciones y nos aporta una manera de movernos con inteligencia que se traslada a todo lo que hacemos. Desarrolla fuerza y resistencia muscular. Buscar llevar una vida sana y en forma lo más duradera posible y disfrutar de sus beneficios.

No es una actividad que requiera una gran forma física al probarla, sobre todo si se hace en el nivel correspondiente. Además, tiene una gran ventaja sobre otros deportes y es la corrección postural, punto en el que se incide mucho. ‘El Pilates como tal puede hacernos una preparación deportiva maravillosa’ contaba Judith en referencia a la tendencia a la lesión de otros deportes no tan variados posturalmente como el Pilates. Refugio para deportistas, ideal para cualquier edad, esta actividad hace de la diversidad su fuerte y de sus beneficios su carta de presentación.

Mejora la concentración

En un principio, esta disciplina fue llamada crontología por la necesidad de hacer uso de la mente para controlar el cuerpo, ya que se busca a la vez, la armonía y el equilibrio entre ambos. Es por eso que una de las grandes recompensas psicológicas y unos de los principios fundamentales del pilates es precisamente la concentración, el puente entre la consciencia y el movimiento. Para poder controlar la respiración y cada uno de los movimientos de nuestro cuerpo es necesario trabajar nuestra capacidad de concentración, que se verá notablemente aumentada con el paso de las sesiones.

Reduce el estrés

Esta disciplina es una magnífica herramienta para controlar la ansiedad y modular las respuestas del cuerpo al estrés físico, mental y emocional. Gracias a la unión entre cuerpo y mente, los problemas desaparecen, aunque sea durante los minutos que dure la sesión, provocando una enorme sensación de bienestar y calma.

Al concentrarnos en los movimientos y controlar la respiración, ayudamos a reducir la tensión y eliminar el estrés, uno de los efectos más positivos y que mayor poder preventivo tiene para el desarrollo de enfermedades.

Ayuda a dormir

Al alcanzar un estado muy elevado de relajación y ayudar a eliminar los pensamientos negativos de la mente, practicar pilates favorece nuestro sueño y un buen descanso. Además, mediante la inspiración profunda y la exhalación, se eliminan toxinas que permiten una mejor oxigenación de la piel, los músculos y los órganos internos, lo que te llevará a un estado de mayor relax cuando llegue el momento de descansar.

Conciencia corporal

El pilates es una actividad en la que se trabaja cuerpo y mente para lograr alcanzar la armonía entre ambos. Con el paso del tiempo, adquirimos cierto grado de conocimiento sobre nosotras mismas y nuestras sensaciones. La conciencia corporal nos permite descubrir todas esas zonas ‘perdidas’, sus mecanismos y sus posibilidades gracias al alto nivel de control y la concentración que exige esta práctica.

No es una tarea sencilla, pero lo importante es no tirar la toalla y continuar intentándolo, dando lo mejor uno mismo en cada una de las sesiones. Será con el paso del tiempo cuando irás notando como mejora tu flexibilidad, tu fuerza o tu resistencia.

Mejora la autoestima

Por otro lado, al comenzar a ver los cambios que se producen en nuestro cuerpo, más tonificado y ligero, nuestra propia confianza se verá fortalecida y será más sencillo empezar a prescindir de hábitos poco saludables, como fumar o comer en exceso. Todos estos pequeños cambios pueden conducirnos a una rutina más saludable con el Pilates como gran impulso.

Ángel Buitrago

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