
Siempre estamos buscando la felicidad y confundimos esta con un estado de bien estar constante en el que todo es idílico y nuestros problemas no existen, pero eso es una utopía que define la confusión total y una deformación de la realidad que lo único que hace es hundirnos más en la ciénaga del sufrimiento.
Perseguimos la felicidad y esta se comporta como una anguila resbaladiza que constantemente se escapa de nuestras manos.
En realidad lo que debemos hacer es llenar nuestra vida de pequeños momentos de felicidad y darnos cuenta que los momentos que no son tan agradables también son una parte de esta. Debemos saber que para saber de la felicidad tenemos que saber del lado contrario de esta, como las dos caras de la moneda.
Nuestra aspiración en la vida es alcanzar la felicidad, así pasamos esta como el burro que va tras la zanahoria, ¿Quizás es porque nuestro concepto de la felicidad es demasiado limitado?, SI.
El equilibrio es una de las cosas más importantes a la que debemos aspirar en nuestra vida para conocerla, pues si vamos equilibrando aspectos de esta, esto repercute en todo nuestro ser y esta también es una forma de conseguir la felicidad.
El equilibrio de una parte de nuestro cuerpo o de nuestra mente influencia a todas las demás, igual el desequilibrio, así que empecemos por equilibrar una parte para llegar a la totalidad y así poco a poco acercarnos un poco más a nuestra ansiada felicidad, liberándonos de esa ansia y siendo seres realizados.
Sin tener que “convencer” a nadie ni haciendo un dogma del Pilates, intento que en mis clases el alumno vaya descubriendo su propia sensibilidad, su propia escucha corporal, respiración, flexibilidad, bienestar y felicidad que llevamos dentro de nosotros, sin límites… todo dentro de un espacio donde la paz, tranquilidad y armonía; es nuestra forma de vida.
Profesor de Zen Yoga certificado por; Yoga Alliance Europenusa y Zen Nava Power Institute de San Francisco; es así mismo investigador de otras corrientes de Yoga adaptado en pilates a técnicas de respiración y concentración.
“Durante mi trayectoria como profesor de pilates y Zen Yoga he podido constatar la enorme importancia que tiene esta fusión en la mejora de la calidad de vida de las personas.”
Ángel Buitrago
