Un estudio reciente muestra que a pesar de que la masa muscular se pierda, queda dentro de los músculos unas células denominadas mionúcleos, persisten dentro de la masa muscular como células madre que pueden potencialmente generar más músculo. De tal forma que al reiniciar el ejercicio, los músculos recuerdan y se activan estos mionúcleos y entonces forman nuevas fibras musculares.
De tal forma que el sujeto puede recuperar su fuerza y sus viejas habilidades con tan solo activarlos con ejercicios con pesas, y también al hacer ejercicio como son caminar, andar en bicicleta, nadar o correr. De tal forma que el viejo adagio que dice “úsalo o se pierde puede ser sustituido por “úsalo o lo pierdes, pero hasta que lo vuelvas a usar”. Estos resultados que han sido obtenidos en ratones de laboratorio y en insectos, tienen enormes implicaciones de salud pública, ya que sería posible prevenir lesiones graves como las de cadera, en sujetos de la tercera edad.
Es entonces muy importante establecer programas de entrenamiento que permitan que los mionúcleos se conviertan en nuevo músculo que ayude a paliar la sarcopenia. Pero un asunto aún más importante es que en la adolescencia es posible mediante la práctica deportiva y el ejercicio de todo tipo acumular muchos mionúcleos que pueden ser empelados en la adultez, esto es tener una memoria de la fortaleza muscular juvenil que podamos usar en nuestra vejez.
EL método pilates favorece la memoria muscular y así conservar la musculatura elástica, tonificada, fortalecida y fibrosa.
Ángel Buitrago
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